Es probable que tus experiencias con este tipo de servicio tenga baja reputación actualmente.
Este modelo de servicio al huésped ha dejado desengaños por contínuas prácticas de poca atención personalizada. Me refiero desde el buffet hasta el nivel de limpieza en las habitaciones.
Elegir la correcta en función del valor del dinero invertido se ha convertido en algo desalentador.
Sabemos que al momento de elegir, podemos decantar según las reseñas del lugar, ya que nuestra conducta de consumo así lo refleja. Al fin y al cabo, cuando nos involucramos en un servicio de TODO INCLUIDO, lo que deseamos es que el sitio se adapte a nuestras necesidades.
Yo recomiendo estar atentos a los niveles de inclusión según tu perfil.
Ya que en muchas ocasiones están incluidos actividades, consumiciones, spa, transporte y otras propias de la arquitectura y ubicación geográfica del lugar. También tomar en cuenta los miembros de un núcleo familiar, ya que no es lo mismo el resort que te puede referir una persona que tiene hijos con respecto a una pareja con un rango de edad diferente sin hijos.
Los expertos apuntan que la intención es tener vacaciones completas, sentado en la playa observando el horizonte en un completo plan de relajación total, no es un perfil adecuado para adquirir un resort todo incluído, ya que al asistir se da por entendido que consumo activo de otras actividades.
Me refiero a senderismo dirigido, yoga, escalar, paseo en caballos, paseos en helicópteros, esquí, etc.
Los consumidores ya no son los mismos y los que somos agentes de viajes tenemos muy claro el trato personalizado y la prioridad del viajero.