Es sorprendente la cantidad de elementos externos controlados o no, de lo que puede suceder al momento de abordar y posteriormente despegar cuando se realiza un trayecto en avión.
Lo que hoy comparto está relacionado con la distribución de su equipaje, recordemos que la organización del mismo está en función de la concurrencia de pasajeros en un vuelo.
El abordaje temprano aumentará las posibilidades de conseguir un mejor espacio en la cabina para el equipaje según el espacio designado por asiento.
Si alguna vez has realizado un abordaje a última hora, sabrás lo incómodo que resulta al momento del desembarque, alcanzar ese equipaje por lo concurrido que podría estar el vuelo.
Se puede perder tiempo valioso en la búsqueda de ese equipaje.
Por otro lado, el equipaje facturado conduce una distribución en cabina que siempre va a priorizar la seguridad de los pasajeros. Si existe la posibilidad de condiciones meteorológicas desfavorables en la trayectoria del vuelo, que los controladores de tráfico aéreo indiquen restricciones de peso para un mejor desempeño y seguridad. Si se excede en peso, puede que realicen convocatoria de voluntarios para desembarcar y tomar el siguiente vuelo. Si no se presenta ningún voluntario el agente de la puerta tiene la potestad de sacar a las personas según el orden de embarque para poder emprender el viaje de manera segura.
Recordemos que el órden de desembarque en muchas aerolíneas es que la última persona en subir al avión era la primera en ser bajada.
Cuando realizamos el check in de viaje no podremos controlar las condiciones de seguridad ni anticiparnos a malos momentos, pero como pasajeros podemos tomar previsiones para no ser elegido a desembarcar.
Así que mi recomendación de ahora en adelante es: piensa en el orden de embarque, subir de primero podría significar un ahorro de muchas molestias.
Al despegar cierra tus ojos y disfruta de tu viaje.